sábado, 23 de julio de 2011

La angustia recorría mi cuerpo centímetro a centímetro, no sentía el pulso , la sangre que recorría mis venas era tan fría … la ansiedad vagaba por mi piel, la desesperación era tal que sólo quería arrancarme el cabello y ahogar la miseria que sentía en un grito.
Las horas parecían no transcurrir, estaba vacía,  ya no tenía nada, no sentía nada,  te lo había llevado todo, quité tu brazo que rodeaba mi cuerpo y me levanté de la cama, miré en el espejo y no reconocí  la figura que observaba: la imagen estaba borrosa; había adquirido el color de aquella habitación obscura, me perdí en los recuerdos  y en los destellos de luz que observaba en mis ojos , no sentía más dolor , no había más  recuerdos.

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